El 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una fecha establecida en 1975 durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado, donde expertos de más de 70 países sentaron las bases para fomentar la conciencia ambiental a nivel global. Desde entonces, la educación ambiental se ha consolidado como una herramienta fundamental para sensibilizar a la ciudadanía sobre la relación entre el ser humano y su entorno, promoviendo la toma de decisiones informadas y la adopción de hábitos de vida responsables.
En este marco, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha subrayado la estrecha relación entre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, dos crisis que requieren una acción conjunta. El cambio climático está transformando ecosistemas marinos, terrestres y de agua dulce, provocando la pérdida de especies, el aumento de enfermedades y extinciones inducidas por el clima. A su vez, la biodiversidad desempeña un papel crucial para mitigar el cambio climático, ya que ecosistemas saludables, como las praderas marinas o los manglares, actúan como sumideros naturales de carbono, capturando dióxido de carbono a un ritmo hasta cuatro veces mayor que los bosques terrestres.
Frente a estas problemáticas, cambiar nuestros hábitos resulta esencial para proteger el medio ambiente y reducir nuestro impacto en los ecosistemas. Estilos de vida sostenibles y decisiones responsables pueden marcar una diferencia significativa. En este contexto, la educación ambiental se convierte en una herramienta indispensable, especialmente desde las primeras etapas de la vida.
Mancoeduca, el programa de educación ambiental de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, ha desempeñado un papel destacado en este ámbito, promoviendo activamente la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Para evaluar el impacto de sus actividades, se llevó a cabo un estudio que analizó si estas han generado un cambio de hábitos en quienes han participado, tanto en el pasado como en la actualidad. En el estudio participaron antiguo alumnado, estudiantes actuales, docentes y familias, y arrojó resultados reveladores:
- El 74 % del alumnado de primaria afirma haber aprendido mucho o bastante gracias a las actividades de Mancoeduca.
- Un 58 % del alumnado de secundaria reconoce que el programa ha influido significativamente en su conciencia medioambiental.
- Entre el profesorado, el programa es ampliamente conocido: el 94 % lo conoce y el 90 % ha participado en sus actividades.
Estos resultados reflejan el impacto positivo de la propuesta educativa de Mancoeduca en la formación ambiental de las nuevas generaciones y en la comunidad educativa en general.
En colaboración con la comunidad escolar, las familias y la ciudadanía, Mancoeduca ofrece una variada gama de recursos educativos, como actividades, visitas guiadas y materiales digitales, que promueven un compromiso activo con la sostenibilidad. Además, desarrolla proyectos específicos para fortalecer la educación ambiental en los centros educativos, como la mejora en la gestión de residuos, la biodiversidad en las escuelas y el compostaje.
Asimismo, se proponen actividades diseñadas para fomentar la conciencia medioambiental, como:
Desde Mancoeduca, continuamos trabajando para que más personas se unan a la protección del medio ambiente y para afrontar las crisis climática y de biodiversidad, construyendo un futuro más sostenible para todos.